Me presento: mi nombre es Andrés Casariego. Soy natural de esta ciudad de Gijón. Tengo veinticinco años y estudio leyes. No es que me apasione el derecho, y no pretendo ser letrado, pero he elegido estos estudios porque son la vía más propicia para conocer cómo funciona el estado. Bueno, y porque mi padre se empeñó en que hubiera un abogado en la familia.