Incapacidad para asumir el éxito, que se asocia con la suerte o con la complacencia del entorno. Esa podría ser una definición del llamado síndrome del impostor, que no está reconocido como enfermedad mental, pero que afecta a muchas personas, especialmente en el mundo académico. Quienes lo padecen creen estar sobrevalorados, no merecer la posición a la que han llegado.